lunes, 30 de septiembre de 2013

GODS' CREED

El cielo estaba teñido de cenizas, o eso parecía desde dentro. Un niño corre por lo que parece una casa de madera. La mayoría de muebles están calcinados o ahora forman parte de los cúmulos de carbón que adornan la sala. El infante acababa de entrar y mira a los lados aterrado, buscando aparentemente una escapatoria. Se puede observar un fina capa de cenizas sobre sus cabellos rubios. Tendría 12 años, ¿quizás?

- ¡Steven! - Grita la voz de una joven. Aparentemente proviene del exterior.

Al oírla, el chico se gira asustado. Sus ojos celestes, bañados en lágrimas, reflejan destellos dorados, restos de las llamas que iluminan ese día que se convirtió en noche. Enseguida las lágrima comienzan a derramarse por sus mejillas, tiñéndose de negro mientras limpian algún que otro cúmulo de mugre.

Sus pasos agitados delatan su posición, haciendo que el suelo se hunda y cruja a sus pies. Sin nada más que el sonido de los pasos de su perseguidor hacia su posición, avanza desesperado por la casa, intentando subir una escalera calcinada con cierta torpeza.

- ¡¡Steven!! - Grita otra vez esa voz al entrar en la habitación y contemplar cómo el niño llega al piso superior, aterrado. En su tono no se encuentran síntomas de riña o de odio, más bien de desesperación. - ¡¡Detente por favor!!

El niño solo se gira una milésima antes de irse, lo suficiente para ver el delgado cuerpo de una preadolescente. Ella decide perseguirlo también por las escaleras y al ser un poco más grande que él es capaz de trepar más deprisa. Tras llegar al piso superior mira a su alrededor para situarse. Prácticamente no hay paredes por lo que no consigue explicarse cómo el piso de encima no se ha caído sobre ambos. Rápidamente corre en la dirección en la que el niño desapareció, no sin dejar de mirar de hito en hito con sus ojos verdes la silueta de un pueblo que arde en llamas a través de los agujeros de la pared.

Él, ya en el tercer piso, se da cuenta que el resto de la casa se ha quemado y el puente que conectaba esta con la vecina por encima de una calle de piedra, ahora es carbón vegetal. De inmediato un escalofrío le recorre la espalda, como una mano fría en verano, y el estómago se le reduce al tamaño de una vez. La angustia se le escapa  por los ojos otra vez y no puede gemir de dolor y miedo al escuchar que los pasos de su perseguidora se detienen en la puerta de la habitación en la que se encuentran.

- Steven… - Murmura dolida, forzando una sonrisa en ese rostro mofletudo. - Por favor… ven… no sucederá nada… - Le dice intentando poner un tono tranquilizador a la vez que dulce. El niño retrocede hacia el precipicio peligrosamente, sin parar de llorar y de poner esa mueca de dolor que parece que no desaparezca nunca de su rostro. - Ven con tu hermana… - No puede evitar que se le forme un nudo en la garganta ni que se le escape una lágrima, presa del orgullo de hermana mayor.

- ¡¡Aléjate!! - Le grita asustado a la vez que dolido.

Entonces su pie encuentra el fin del suelo que cruje fuertemente, el niño se detiene a tiempo y mira el precipicio. Su hermana se abalanza con rapidez, pero es interceptada por el grito de terror de su hermano que le advierte.

- ¡¡Quieta!! - Ese grito hace que el orgullo de ella reciba un buen golpe mientras parte del dolor guardado se dibuja en su rostro. - Te lo juro… - Amenaza él mirando al precipicio y a ella, con una mirada y una voz que pretenden ser amenazadoras. - Si das un paso… salto… - Intenta tranquilizarse a sí mismo respirando hondo.

- ¡No seas idiota! - Explota ella comenzando a llorar, rompiendo su voz. - No pasará nada… - Dice intentando recomponer su postura, pero su rostro y las lágrimas dicen lo contrario. Da un paso adelante.

- ¡Te lo advierto! - Vuelve a gritar el niño llorando, casi que en pánico.

- ¡¡No lo hagas!! - Suplica mientras avanza su pie más cercano hacia él, con miedo. - Sé que no quieres… - Solo hay dos metros entre ambos.

Mientras ella da el siguiente paso el niño frunce el ceño provocando que caigan aún más lágrimas. En sus ojos se ve el debate que no dura mucho puesto que el destello dorado de los cabellos de su hermana, reflejo de las llamas, le traen a la mente algún recuerdo que transforman su rostro en el significado más preciso de horror. Ella al ver esa expresión, palidece. Inmediatamente corre hacia él extendiendo su mano, pero el niño ya estaba en el suelo.

Aterriza fuertemente, dando una vuelta y rompiéndose la tibia y el peroné por la mitad haciendo que gima de dolor.

- ¡¡Steven!! - Grita su hermana aterrorizada mientras desaparece del tercer piso.

El niño observa su pierna, ignorando las casas calcinadas y las que aún están ardiendo, junto con esa ligera niebla formada por cenizas. Llora y gime aún más al ver como sobresale el hueso por la piel.

- ¡¡Ya voy!! ¡¡No te muevas!! - Logra escuchar el niño desde fuera. Esas palabras le aterran aún más.

Llevado por el pánico, comienza a arrastrarse por el suelo tras comprobar que incorporarse es terriblemente doloroso. Con cada mínimo movimiento el dolor que le llega es abrumador y no puede evitar desgarrarse la voz con cada oleada que provoca al avanzar por el suelo.

Su hermana le observa en el portal de la casa, tapándose la boca del horror, sin poder parar de llorar. Comienza a caminar hacia él poco a poco y a cada paso el cuerpo se le hiela más, a pesar de las llamas. Con cada paso, los ojos se secan más, a pesar de las lágrimas. Con cada pisada, los intestinos y demás órganos se le encogen, a pesar de su valor. Con cada paso muere un trozo más, a pesar de ya estar muerta por dentro.

- Ya basta… - Murmura llorando.

El niño al oírla vuelve a entrar en pánico, sobre todo al oírla tan cerca.

- ¡¡Noooooo!! - Grita aterrado, girándose de golpe, lo que produce otro gemido de dolor que intenta contener vanamente.

- Ya basta… - Murmura avanzando hacia él mientras llora, ahora sin ocultar su dolor.

- ¡¡No te acerques Samantha!! - Le suplica entre llantos mientras intenta retroceder llorando, pero las fuerzas le fallan.

- No es tu culpa… - Su voz está tan rota que es casi inexistente.

- ¡¡Te lo suplico!! ¡¡Aléjate!! - Le grita ya sin saber que hacer, mirando a los lados, desesperado.

Ahora ella está a menos de dos metros de él y sigue avanzando.

- Ya basta… - Dice dando otro paso. - No eres un monstruo…

- ¡¡No lo hagas!! - Se pliega sobre sí mismo como queriendo protegerse, suplicándole con la mirada.

- Tu eres mi… - Y da otro paso.

Del cuerpo de Steven surge un rayo, no dura más de unas milésimas, pero dura lo suficiente para fulminar el cuerpo de Samantha. El rayo funde básicamente todo su tórax. Sus ojos, mientras la parte superior de su cuerpo aún flota, se apagan, con la mirada llena de dolor, pero no físico.

Steven observa como el cuerpo de su hermana cae en dos en el suelo a menos de un metro. Oye su último gemido, con lo ojos abiertos de par en par. Los ojos del niño se iluminan.

No se sabe quién ganó la batalla, el dolor, la ira, el miedo… o ese vacío, pero él perdió. Un grito, un bramido, un rugido, un chillido o un alarido… da igual como lo llames puesto que ninguno describiría lo que salió de su boca, pero rompió el silencio, al igual que los rayos que emergieron de su cuerpo rompieron el cielo, cayendo sobre aquel pueblo medieval que apenas se distingue entre las columnas de humo.

Las nubes de cenizas responden a sus gritos con relámpagos que comienzan a castigar los alrededores…

No todos nacen sabiendo controlar sus poderes…


GODS’ CREED

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Pedazo historia!!!, haver si la proxima la puedes hacer de Hades

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  2. Me ha encantado.

    [ALERTA DE SPOILER]
    Al principio estaba completamente confusa, no sabía qué era lo que estaba ocurriendo. No sólo eso, sino queme tenías con los ojos abiertos como platos por la tensión, y claro... así no podía parar xD Luego me pensé que quizás la hermana era un monstruo... Y que por eso huía de ella. De hecho pensé, sí, eso tiene que ser, es lo más lógico... Y de pronto al final fue como... ¡¡¡¡!!!! *icono del grito de whatsapp* ¡¡¡¡NO PUEDE SEEEEEEER!!!! ¿Esto que te quedas con los ojos clavados en esa escena (en este caso en esa frase), con la boca abierta, aún asimilando que lo que acaba de ocurrir es cierto? Pues así me quedé yo... Fue una de... WHAT THE FUCK, NO PUEDE SER. Así, así, así nos tienes xD

    ¡Haz más! Es algo super curioso e interesante descubrir cómo sería un Dios en al tierra y luego pensar "wow... es verdad...", porque lo mejor de todo esto es que se hace creíble...

    ¡En fin! Ya sabes cuál es mi sugerencia. ¡Espero que te inspira y haya suerte! Aunque coincido perfectamente en que Hades debe ser la hostia xD

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